En los últimos tres meses ... antes de que terminara el año de 1999, se comenzó a especular acerca del fin del mundo, pues las matemáticas bíblicas han señalado 4,000 años desde Adán hasta Jesucristo. Desde Jesucristo hasta el año 2,000, se completaban los 6,000 años o los seis días alegóritos a los seis días que Dios utilizó para la Creación. Recuerda que Pedro dice que 1.000 años para Dios son como un día, y un día para él, son como 1.000 años. [2 Pedro 3:8].
De acuerdo a lo que dice Pedro y a los 6.000 años que ya han transcurrido desde Adán hasta nuestros días, [en el calendario gregoriano, o sea, el año 2.000], se creía que a partir del 1ro de enero del 2.000, entraríamos al séptimo milenio, [el séptimo día, el día de reposo] y por lo tanto era inminente la venida de Cristo y la instalación de su gobierno milenario sobre la tierra. Cosa que no sucedió.
Unos meses antes del 2,000 había una tremenda expectación acerca de los sistemas computarizados, pues se decía que todas las computadoras habían sido construidas para que su cerebro procesador de datos trabajara hasta el 31 de diciembre de 1999. Todo mundo esperaba un caos total, principalmente en las instituciones financieras, pero nada de eso sucedió.
Casi al final del mes de diciembre del 2004, un gigantesco Tsunami devastó las costas de Asia Oriental dejando una tendalada de muertos que hasta la fecha no se sabe con exactitud la cantidad que ese maremoto dejó. Extraoficialmente se dijo que había sido el impacto de un meteorito o asteroide, el que había golpeado al Mar Asiático provocando el fenómeno del Tsunami.
Algunas opiniones científicas dijeron que el impacto del asteroide o meteorito había modificado el movimiento de translación del planeta tierra a tal grado que había retrocedido <doce años> en relación al calendario gregoriano por el que se rige casi toda la humanidad entera, colocándonos en el año de 1992. Este Tsunami fue en el 2004, que según los científicos nos regresó al año 1992, o sea, a ocho años del 2,000, que será realmente el 2012, según el calendario actual por el que nos regimos.
La mayoría de los eruditos en la materia teológica siempre han considerado que hay una diferencia de aproximadamente 8 años entre la verdadera fecha del nacimiento de Cristo y la fecha que señala el calendario romano.
Esta “teoría” o hipótesis concuerda con la opinión científica del retroceso de doce años del movimiento de translación de la tierra alrededor del sol. Según esta teoría científica estamos en 1999 a menos de un año, para entrar al nuevo milenio, el año 2.000, pero según el calendario gregoriano estamos a punto de entrar en el 2012.
A partir del Tsunami en las costas de Asia Oriental, los que les gustan adivinar o predecir el futuro, comenzaron a especular con ciertas creencias o mensajes que aparecen en el calendario Maya, y ciertas enigmas proféticos escritos por Nostradamus, que vaticinan el fin del mundo para el año 2012. Bueno, hasta una película hicieron concerniente a esta hipótesis.
Pablo nos dice en 2 Tesalonicenses 2:1-4: “Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.
Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios”.
La APOSTASIA ya se ha manifestado, pero el HOMBRE INICUO todavía no aparece en el panorama mundial. El Apóstol Pablo nos tranquiliza para que analicemos a la Luz de las Sagradas Escrituras, cualquier especulación al respecto.
¡LA PAZ DE CRISTO!
De acuerdo a lo que dice Pedro y a los 6.000 años que ya han transcurrido desde Adán hasta nuestros días, [en el calendario gregoriano, o sea, el año 2.000], se creía que a partir del 1ro de enero del 2.000, entraríamos al séptimo milenio, [el séptimo día, el día de reposo] y por lo tanto era inminente la venida de Cristo y la instalación de su gobierno milenario sobre la tierra. Cosa que no sucedió.
Unos meses antes del 2,000 había una tremenda expectación acerca de los sistemas computarizados, pues se decía que todas las computadoras habían sido construidas para que su cerebro procesador de datos trabajara hasta el 31 de diciembre de 1999. Todo mundo esperaba un caos total, principalmente en las instituciones financieras, pero nada de eso sucedió.
Casi al final del mes de diciembre del 2004, un gigantesco Tsunami devastó las costas de Asia Oriental dejando una tendalada de muertos que hasta la fecha no se sabe con exactitud la cantidad que ese maremoto dejó. Extraoficialmente se dijo que había sido el impacto de un meteorito o asteroide, el que había golpeado al Mar Asiático provocando el fenómeno del Tsunami.
Algunas opiniones científicas dijeron que el impacto del asteroide o meteorito había modificado el movimiento de translación del planeta tierra a tal grado que había retrocedido <doce años> en relación al calendario gregoriano por el que se rige casi toda la humanidad entera, colocándonos en el año de 1992. Este Tsunami fue en el 2004, que según los científicos nos regresó al año 1992, o sea, a ocho años del 2,000, que será realmente el 2012, según el calendario actual por el que nos regimos.
La mayoría de los eruditos en la materia teológica siempre han considerado que hay una diferencia de aproximadamente 8 años entre la verdadera fecha del nacimiento de Cristo y la fecha que señala el calendario romano.
Esta “teoría” o hipótesis concuerda con la opinión científica del retroceso de doce años del movimiento de translación de la tierra alrededor del sol. Según esta teoría científica estamos en 1999 a menos de un año, para entrar al nuevo milenio, el año 2.000, pero según el calendario gregoriano estamos a punto de entrar en el 2012.
A partir del Tsunami en las costas de Asia Oriental, los que les gustan adivinar o predecir el futuro, comenzaron a especular con ciertas creencias o mensajes que aparecen en el calendario Maya, y ciertas enigmas proféticos escritos por Nostradamus, que vaticinan el fin del mundo para el año 2012. Bueno, hasta una película hicieron concerniente a esta hipótesis.
Pablo nos dice en 2 Tesalonicenses 2:1-4: “Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.
Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios”.
La APOSTASIA ya se ha manifestado, pero el HOMBRE INICUO todavía no aparece en el panorama mundial. El Apóstol Pablo nos tranquiliza para que analicemos a la Luz de las Sagradas Escrituras, cualquier especulación al respecto.
¡LA PAZ DE CRISTO!
No hay comentarios:
Publicar un comentario