Muchos líderes de grandes congregaciones, dentro y fuera de los Estados Unidos, han ido aceptando esta realidad que aparece clara y palpable en toda la Biblia: Jesucristo del Nuevo Testamento es el mismo Jehová del Viejo Testamento. Para los que aun no lo saben o no lo quieren aceptar, son las siguientes lecturas bíblicas:
Isaías 9:6: -Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Ese niño era Jesús. Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente. Isaías 52:6. !Jesucristo fue el que estuvo presente! Y reposará sobre él [la naturaleza humana de Jesús], el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. Isa. 11:2. toda la plenitud de la deidad habitando corporalmente en él. Col. 2:9.
ISAIAS 43:10: Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí. El siervo escogido es el mismo Jehová, pero revestido de carne y huesos. Es lo que dice Pablo: Dios manifestado en Jesucristo. I Tim 3:16 y en Filipenses 2:6-7: El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres.
Isaías 35:4-5 nos dice: Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Jehová mismo vendrá, y os salvará. Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo.
Lucas 7:18-22, testifica de lo anterior: Los discípulos de Juan, le dieron las nuevas de todas estas cosas. Y llamó Juan a dos de sus discípulos, y los envió a Jesús, para preguntarle: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro? En esa misma hora, Jesús sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista. Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio.
Si lees Zacarías Capítulo Doce, comenzando en el verso 8, te darás cuenta que el que habla en el verso Diez es Jehová diciendo: Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito. Zacarías 12:10.
Compárese con Juan 19:34 y 37: Pero uno de los soldados le abrió, [a Jesús], el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua. Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo. Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron.
Otra referencia que encontramos en Job 9:8, refiriéndose a Jehová, dice: El solo extendió los cielos, Y anda sobre las olas del mar. Comparemos lo anterior, con Mateo 14:25-27: Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo. Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, [YHWH], no temáis! El mismo personaje que menciona Job es el que menciona Mateo: Jehová-Jesús.
En el Salmo 89:9 por ejemplo, el salmista refiriéndose a Jehová, dice: Tú tienes dominio sobre la braveza del mar; Cuando se levantan sus ondas, tú las sosiegas. Comparemos con Mateo 8:23-27: Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía. Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos! El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?
En otra ilustración muy clara leemos lo que dice Jehová en el Libro de Zacarías 11:12: Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata. Y ese fue el precio en que Judas vendió al Señor. Mat. 26:15: Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron, (a Judas), treinta piezas de plata.
En otro texto, Jesús le dice a los fariseos, en Juan 5:46-47: Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras? En la expresión “porque de mí escribió él” (Moisés), Jesucristo se refiere explícitamente a la forma gramatical de dictar y escribir, o sea que Jesucristo dictaba y Moisés escribía. Como ejemplo leemos un par de textos en Éxodo. 17:14 y 24:4: Y Jehová dijo a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro;... y Moisés escribió todas las palabras de Jehová. Es exactamente la misma expresión que usa el Señor Jesús con Juan en Apoca. 1:19: Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas. Y escribe al ángel de la iglesia.... Apoca. 2:1, 8, 12, 18; 3:7, 14.
En Isaías 40:3, encontramos otra prueba: Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado. Compárese con Apocalipsis 1:7: He aquí que viene, (Jesucristo), con las nubes, y todo ojo le verá. En Isaías 44:6: Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios. Jesucristo dice: Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso. Apocalipsis 1:8.
El Salmo 33:6 dice: Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca y en el evangelio de Juan 1:3 nos dice: Todas las cosas por él, (Jesucristo, La Palabra de Dios, El Verbo de Dios), fueron hechas, y sin él, (Jesucristo, La Palabra de Dios, El Verbo de Dios), nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
Cuando Moisés le pregunta al Señor su Nombre, Jehová le dice que su Nombre es: “YO SOY”. Éxodo 3:14. Observa lo que sucedió en el Huerto de Getsemaní, cuando llegaron a apresarle: Pero Jesús, sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir, se adelantó y les dijo: ¿A quién buscáis? Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les dijo: Yo soy. [Jesús pronunció el mismo Nombre Sagrado que le dijo a Moisés, el Tetragramatón]. Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra”. Juan 18:4-6.
Otro ejemplo del uso del Tetragramatón: Jesús les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que Yo soy, en vuestros pecados moriréis. Juan 8:24. En Mat. 14:27: Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; Yo soy, no temáis!
De acuerdo a las Sagradas Escrituras, Jehová Dios hizo al hombre de barro, lodo, mezcla de polvo y agua. Veamos que nos dice Juan 9:1-7: Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.
Parafraseando lo anterior diríamos: “Este hombre fue hecho así, incompleto, a propósito, para que sepan que las mismas manos que hicieron a Adán, del barro, van a completar en este momento, la obra de Dios, en dicho hombre. Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo, con la saliva, (barro), y untó con el lodo los ojos del ciego, y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé, (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo. La traducción correcta de la frase: “y untó con el lodo los ojos del ciego” en el original griego es: Rellenó con el barro las cuencas de los ojos del ciego.
Jehová declara en el Libro de Isaías lo siguiente: Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua. Isaías 45:23. Compárese con Filipenses 2:10-11: Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra. Si la deidad esta formada por tres personas distintas, según el concepto trinitario, dos de ellos van a tener que doblar sus rodillas ante Jesús.
En el Antiguo Testamento Jehová se proclama como EL SALVADOR: Isaías 43:11 leemos: Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve. Isa. 43:3. Comparemos con I de Tim. 4:10: Por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen. También leemos en Mateo 1:21: Y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
En Malaquías 3:6 Jehová dice: Porque yo El Eterno [YHWH], no cambio… Hebreos 13:8 dice: Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
Isaías 50:6 declara: Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba, [arrancar la barba con todo y carne]; no escondí mi rostro de injurias y de esputos. [Cuechas, gargajos, flema pulmonar]. También dice Isaías 52:14: Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres. Marcos 14:65 dice: Y algunos comenzaron a escupirle, y a cubrirle el rostro y a darle de puñetazos, y a decirle: Profetiza. Y los alguaciles le daban de bofetadas. Marcos 15:19: Y le golpeaban en la cabeza con una caña, y le escupían, y puestos de rodillas le hacían reverencias.
El Salmo 24:7-8 dice: Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y entrará el Rey de gloria. ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla. Y Apoca. 19:16 dice: Y en su vestidura [la de Jesucristo], y en su muslo [el de Jesucristo], tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.
En el A. Testamento Jehová es llamado “La Roca” del pueblo israelita. Leamos los siguientes versos: Deut. 32:3-4: Porque el nombre de Jehová proclamaré. Engrandeced a nuestro Dios. El es la Roca, cuya obra es perfecta, Porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; Es justo y recto. Salmo 18:2: Jehová, roca mía y castillo mío… Salmo 18:31:Por que ¿quién es Dios sino sólo Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios? Salmo 18:46: Viva Jehová, y bendita sea mi roca, Y enaltecido sea el Dios de mi salvación. Salmo 19:14: Oh Jehová, roca mía, y redentor mío… Salmo 28:1; 42:9; 62:2; 73:26. Isaías 17:10.
El Profeta Samuel dice: “Me hablo la Roca de Israel” [2da de Sam. 23:3]. Moisés en Deut. 32:18 dice que esa “Roca” es el creador del hombre: De la Roca que te creó te olvidaste; Te has olvidado de Dios tu creador. Pablo nos dice, en su primera epístola a los corintios Cap. 10, verso 4, que la ROCA del A. Testamento era Cristo. Cristo era la Roca de Horeb, de donde brotaba el manantial para saciar la sed del pueblo israelita, en el desierto. Lea: Éxodo. 17:6 y Números
20:8-12.
EL TODOPODEROSO: Gen 17:1 Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto. COMPARESE con: 2Co 6:18 Y seré para vosotros por Padre,
Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso. Comparese tambien con Rev 1:8 Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el
que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
Zacarias 14: 5: .....vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos. Comparese con 1 Tesal. 3:13: "..... para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.
Como pudimos apreciar, el mismo Jehová o Yahveh, del Antiguo Testamento es el mismo Jesús del Nuevo Pacto. Hay una fuente inagotable de textos tanto en el A. Testamento como en el Nuevo, [imposible de enlistarlos en esta obra tan
resumida], que demuestran que Jesucristo y Jehová, es el mismo personaje.
¡LA PAZ DE CRISTO!
By Juan F. Roa
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