14 ago 2011

SEAMOS IMITADORES DE CRISTO

 En nuestras congregaciones siempre  se encuentran posiciones opuestas. Unos son conservadores tradicionalistas, algunos legalistas y otros liberales, algunos bautizados con el Espíritu Santo y otros no. Muchos creen que son renovados porque hablan lenguas saltan, brincan, se caen, gritan con júbilo y otros creen que también lo son aunque no hagan todo esto.

Muchos creen que las alabanzas tienen que ser de acuerdo a los tiempos en que vive el mundo y de esa manera alaban con salsa, cumbia, vallenatos, bachata, merengue, reggaetón, rancheras, pop, rock y hasta metálica con sonidos de guitarra estridentes. En cambio otros prefieren la alabanza con los ritmos tradicionales, dicho sea de paso, los judíos y musulmanes e hindúes, aun conservan sus formas tradicionales de música religiosa, aun los católicos son un poco más conservadores que nosotros los protestante en este aspecto.

Muchos pastores y lideres congregacionales ven a sus feligreses que levantan sus manos, danzan, hablan en lenguas, gritan, aplauden, imponen sus manos sobre los demás o les gusta que se las impongan, pero la congregación sigue igual de estancada, no pasa de allí. ¿Qué es lo que hay que hacer para que haya un avivamiento verdadero, para que la congregación crezca? ¿Por qué siempre la misma rutina?

Ese afán ha hecho que muchas iglesias hayan comenzado a imitar al mundo y otras iglesias hayan también comenzado a imitar a estas; de tal manera que la contaminación no se ha hecho esperar. Los líderes de las iglesias pequeñas creen que imitando a estas grandes congregaciones lograrán los mismos resultados que ellas, ...pero se olvidan de que..... "el crecimiento lo da el Señor"; [1 Corintios 3:6].

La Biblia dice que seamos imitadores de Cristo. [Efesios 5:1]; De nada sirve copiar o seguir a los demás, si en verdad no se imita primero a Cristo, si no se siguen sus pasos, si no se obedece lo que su Voz dice.- Muchas congregaciones son grandes porque están engañadas por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Colosenses 2:3.-

Siempre he notado un tipo de competencia, no solamente entre los mega-líderes de congregaciones grandes que actúan como artistas evangélicos en la televisión, sino también entre pastores de pequeñas congregaciones, por el afán de tener la congregación más grande y hacen muchas cosas que no son bíblicas con tal de lograr sus objetivos.

Los pastores tienen que despertar a la realidad y no seguir soñando. Las congregaciones son como la esencia del perfume que viene en frascos pequeñitos. El mismo Señor Jesús le dice a su Iglesia: “No temáis, MANADA PEQUEÑA, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino”. Lucas 12:32.- ¿De que sirve tener una congregación grande, pero LEUDADA?

Una Congregación que realmente ama y le sirve a Dios, es aquella que se ha dejado guiar por JESUCRISTO, el que no le pone límites ni condiciones, aquella que vive con LA UNCION de su SANTO ESPIRITU; donde sus miembros siempre dan buen testimonio dentro y fuera de la Iglesia, demostrando que no son “creyentes” de doble ánimo.-

Todo creyente sabe perfectamente que Dios está en todos lados, su presencia ocupa todo lugar, tanto en los cielos como en la tierra, El está aquí, con el vecino de enfrente de nuestra casa y está en la esquina, en el taller, en la escuela, en la universidad, en el trabajo,….. en resumen… Dios está en todas partes, en todo lugar,……., pero .....todo creyente sabe que SU UNCION..... -no esta en todas partes-.

Esa UNCION, es la que toda Congregación debe de anhelar y solo se encuentra en LOS FRUTOS DEL ESPIRITU, [Gálatas 5:22], que a su vez nos concede SUS DONES ESPIRITUALES. [1 Corintios 12:8-10].- La Iglesia que tiene los Frutos del Espíritu y sus DONES, es una iglesia triunfante, llena de milagros y sanidades y de prosperidad.

Seamos imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas. [Hebreos 6:12], pero sobre todas las cosas; “Seamos, imitadores de Dios como hijos amados. Y andemos en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó así mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante. Efesios 5:1-2.- !Amén!

¡LA PAZ DE CRISTO!
 

By Juan F. Roa

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