El Apóstol Pablo dice que fue arrebatado hasta el tercer cielo y que lo
que vio y oyó allí fueron cosas inefables. La palabra “inefable”
significa <algo imposible de explicar humanamente>.
Por ejemplo: Podemos explicarle a una persona ciega, lo que es una guitarra, pues fácilmente al contacto con ella la persona no vidente se imagina su forma y puede escuchar su sonido y hasta aprende a tocar; y así sucesivamente podemos explicarle lo que es un zapato, una cartera, un televisor etc., pero es imposible explicarle, como es el color amarillo, el verde, el rojo, los colores en general y la diferencia que hay entre ellos.
A propósito, hablando de ciegos, hubo una niña que había nacido ciega y a medida que crecía su mamá le iba explicando lo maravilloso de la Creación de Dios. Cada cosa de las que existen en el mundo, (hasta donde ella podía), aunque habían cosas inefables que a la madre se le hacía imposible explicarlas.
Resulta que con el correr del tiempo y con los avances de la ciencia, un médico muy famoso logró hacer una exitosa operación en los ojos de aquella niña no vidente, que para entonces ya tenía doce años.
Después de la operación ella fue llevada a un cuarto del hospital que tenía una ventana a orillas de un espléndido y precioso jardín con una variedad increíble de flores de distintos colores y en plena temporada.
Cuando se llegó el momento de quitarle las vendas de los ojos, toda su familia, su padre, sus hermanos y por supuesto su madre que estaba muy cerca de ella, eran testigos de lo que estaba sucediendo.
El doctor le dijo: -Mírate en este espejo, esa eres tú! Ella muy ansiosa y con un corazón desboradado de la emoción, se vio en el espejo, pero al virar la cabeza y mirar a través de la ventana, pudo también ver a aquel precioso jardín. Entonces exclamó: ¡WOW! –Mamá tú nunca me hablaste de estas cosas tan lindas- Ni siquiera me hubiera podido imaginar tanta belleza! ¡WOW!.-
La mamá, rebosante de alegría le dijo: -¡Claro que sí mi amor, lo que pasa es que nunca pude encontrar las palabras adecuadas para describirte tantas maravillas que Dios ha hecho en su Creación!.-
Lógicamente nosotros como seres humanos que somos, tampoco podemos hablar de algo que nunca hemos visto ni hemos oído, de algo que ni siquiera nos hemos podido imaginar. Algo parecido le sucedió a Pablo que simplemente se limitó a decir en 1Co 2:9 “COSAS QUE OJO NO VIO, NI OIDO OYO, NI HAN SUBIDO EN CORAZON DE HOMBRE, SON LAS QUE DIOS HA PREPARADO PARA LOS QUE LE AMAN”.
¡MARANATHA-CRISTO VIENE!
Por ejemplo: Podemos explicarle a una persona ciega, lo que es una guitarra, pues fácilmente al contacto con ella la persona no vidente se imagina su forma y puede escuchar su sonido y hasta aprende a tocar; y así sucesivamente podemos explicarle lo que es un zapato, una cartera, un televisor etc., pero es imposible explicarle, como es el color amarillo, el verde, el rojo, los colores en general y la diferencia que hay entre ellos.
A propósito, hablando de ciegos, hubo una niña que había nacido ciega y a medida que crecía su mamá le iba explicando lo maravilloso de la Creación de Dios. Cada cosa de las que existen en el mundo, (hasta donde ella podía), aunque habían cosas inefables que a la madre se le hacía imposible explicarlas.
Resulta que con el correr del tiempo y con los avances de la ciencia, un médico muy famoso logró hacer una exitosa operación en los ojos de aquella niña no vidente, que para entonces ya tenía doce años.
Después de la operación ella fue llevada a un cuarto del hospital que tenía una ventana a orillas de un espléndido y precioso jardín con una variedad increíble de flores de distintos colores y en plena temporada.
Cuando se llegó el momento de quitarle las vendas de los ojos, toda su familia, su padre, sus hermanos y por supuesto su madre que estaba muy cerca de ella, eran testigos de lo que estaba sucediendo.
El doctor le dijo: -Mírate en este espejo, esa eres tú! Ella muy ansiosa y con un corazón desboradado de la emoción, se vio en el espejo, pero al virar la cabeza y mirar a través de la ventana, pudo también ver a aquel precioso jardín. Entonces exclamó: ¡WOW! –Mamá tú nunca me hablaste de estas cosas tan lindas- Ni siquiera me hubiera podido imaginar tanta belleza! ¡WOW!.-
La mamá, rebosante de alegría le dijo: -¡Claro que sí mi amor, lo que pasa es que nunca pude encontrar las palabras adecuadas para describirte tantas maravillas que Dios ha hecho en su Creación!.-
Lógicamente nosotros como seres humanos que somos, tampoco podemos hablar de algo que nunca hemos visto ni hemos oído, de algo que ni siquiera nos hemos podido imaginar. Algo parecido le sucedió a Pablo que simplemente se limitó a decir en 1Co 2:9 “COSAS QUE OJO NO VIO, NI OIDO OYO, NI HAN SUBIDO EN CORAZON DE HOMBRE, SON LAS QUE DIOS HA PREPARADO PARA LOS QUE LE AMAN”.
¡MARANATHA-CRISTO VIENE!
By Juan F. Roa
No hay comentarios:
Publicar un comentario