¿Qué es para nosotros el éxito? Todos, sin ninguna excepción, sabemos
que el éxito es llegar a la cúspide o meta que nos hemos propuesto,
lograr un propósito determinado, tener un título académico, una buena
profesión, un buen trabajo, una buena posición social, etc. El afán por
obtener “el éxito” es el combustible que mueve el motor de la vida
cotidiana de la humanidad. Todos
queremos, de una u otra manera, asegurar nuestro futuro y el de nuestros
seres queridos, pero pasamos por alto el “futuro final”, al cual está
destinada la humanidad entera.
Muchos libros se escriben y exhiben diariamente en las librerías o en la web, que nos hablan de <cómo ser personas exitosas>. Libros, para lograr la clave del éxito, que están llenos de fórmulas sicológicas, filosóficas, metafísicas, y consejos prácticos que provienen, más que todo de las religiones orientales. Lo curioso de todo es que en la mayoría de estos libros casi nunca se menciona a Dios, y si lo hacen es solamente para querer demostrarnos de que Dios “tiene la obligación” de convertirnos en personas exitosas.
El problema que este tipo de literatura ha ocasionado al cristianismo (¿?), es que ha llegado a las manos de predicadores que mezclan lo que dice la Biblia con lo que dicen estos libros y los utilizan para halagarnos y hacernos creer que somos personas <potencialmente exitosas> y solamente tenemos que declararlo para que como por arte de “magia” lo obtengamos.
Son muchos los que ya han caído en esta trampa escuchando a espíritus engañadores que les aseguran que serán personas exitosas. Palabras melosas y agradables a sus oídos como: <Decrétalo, decláralo y tómalo porque es tuyo, te pertenece, Dios no puede negártelo porque es tuyo, etc.>, son las señales para identificar a estos “magos de la Nueva Era”.
Las personas que tomamos muy en serio a la Palabra de Dios, sabemos que eso es una mentira manipulada por nuestro adversario el diablo, pues la Biblia dice que “los tiempos son malos” y que las cosas irán de “mal a peor”.-
De ninguna manera pretendo decir que debemos de renunciar a la idea de alcanzar el éxito, al contrario, todos debiéramos de esforzarnos por estudiar y graduarnos de una carrera universitaria o técnica que nos permita trabajar y vivir dignamente, pero no debemos dejar que nuestro EGO nos haga creer que lo que obtenemos es porque lo merecemos, porque somos <dioses>, súper capacitados, autosuficientes, sabios, inteligentes, etc., menospreciando la dependencia y ayuda de nuestro Dios.
Nuestro éxito verdadero está en que seamos realmente verdaderos hijos de Dios, dejando que Cristo entre en nuestros corazones y que guíe nuestros pasos, <buscando primeramente “el reino de los cielos y su justicia” para que todas las demás cosas vengan por añadidura>.- Mateo 6:33.-
¡SHALOM BERAJOT!
Muchos libros se escriben y exhiben diariamente en las librerías o en la web, que nos hablan de <cómo ser personas exitosas>. Libros, para lograr la clave del éxito, que están llenos de fórmulas sicológicas, filosóficas, metafísicas, y consejos prácticos que provienen, más que todo de las religiones orientales. Lo curioso de todo es que en la mayoría de estos libros casi nunca se menciona a Dios, y si lo hacen es solamente para querer demostrarnos de que Dios “tiene la obligación” de convertirnos en personas exitosas.
El problema que este tipo de literatura ha ocasionado al cristianismo (¿?), es que ha llegado a las manos de predicadores que mezclan lo que dice la Biblia con lo que dicen estos libros y los utilizan para halagarnos y hacernos creer que somos personas <potencialmente exitosas> y solamente tenemos que declararlo para que como por arte de “magia” lo obtengamos.
Son muchos los que ya han caído en esta trampa escuchando a espíritus engañadores que les aseguran que serán personas exitosas. Palabras melosas y agradables a sus oídos como: <Decrétalo, decláralo y tómalo porque es tuyo, te pertenece, Dios no puede negártelo porque es tuyo, etc.>, son las señales para identificar a estos “magos de la Nueva Era”.
Las personas que tomamos muy en serio a la Palabra de Dios, sabemos que eso es una mentira manipulada por nuestro adversario el diablo, pues la Biblia dice que “los tiempos son malos” y que las cosas irán de “mal a peor”.-
De ninguna manera pretendo decir que debemos de renunciar a la idea de alcanzar el éxito, al contrario, todos debiéramos de esforzarnos por estudiar y graduarnos de una carrera universitaria o técnica que nos permita trabajar y vivir dignamente, pero no debemos dejar que nuestro EGO nos haga creer que lo que obtenemos es porque lo merecemos, porque somos <dioses>, súper capacitados, autosuficientes, sabios, inteligentes, etc., menospreciando la dependencia y ayuda de nuestro Dios.
Nuestro éxito verdadero está en que seamos realmente verdaderos hijos de Dios, dejando que Cristo entre en nuestros corazones y que guíe nuestros pasos, <buscando primeramente “el reino de los cielos y su justicia” para que todas las demás cosas vengan por añadidura>.- Mateo 6:33.-
¡SHALOM BERAJOT!
By Juan F. Roa
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