22 feb 2012

COMO SER SALVO Y SABERLO

¿Quién se quiere morir? Hay cristianos que saben que dos cosas están determinadas en la Palabra de Dios y que forzosamente sucederán: 1-La Muerte y 2-El Arrebatamiento; cualquiera que llegue primero y sin embargo, en lo profundo de sus corazones, no quisieran que ninguna de esas dos cosas llegaran nunca, por muchas razones.....

Por sus hijos, por su madre, por su esposa(o), por sus bienes materiales.... o peor aun.... porque no están seguros de su salvación, porque, en verdad, aún no han nacido de nuevo.-

Sea como sea, es un hecho real de que a nadie le gusta pensar sobre la muerte, pero la muerte es inexorable, tarde o temprano nos llegará, !!!!no hay escape para nadie!!!!. La Palabra de Dios lo dice claramente: "....y de la manera que está establecido a los hombres que mueran una vez, y después el juicio" (Hebreos 9:27). Después de la muerte vendrá "el juicio", para el cual, cada quien debe de estar preparado para entregar cuentas de su conducta mientras estaba aquí en la tierra.

Cuando las personas aún están vivas, tienen el libre albedrío de elegir el lugar donde quieren ir; pero ante el "trono blanco" la decisión final es del Señor, él mismo lo dijo: "Los injustos, irán al tormento eterno (el lago de fuego), y los justos a la vida eterna, reino de Dios." (Mateo 25:46).

Todos los que hemos nacido en este mundo, hemos heredado una naturaleza pecaminosa, El rey David escribio: "He aqui, en maldad he sido creado y en pecado me concibio mi madre." (Salmos 51:5); y si fuimos concebidos en pecado, logicamente, el pecado ha morado dentro de nosotros.

Si no fuera así, entonces... ¿De dónde vienen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, las desverguenzas, el ojo maligno, las injurias, la soberbia, la insensatez, etc,?. Todas estas son las cosas que nos contaminan y salen de nuestros corazones. (Marcos 7:21-23).

La Palabra de Dios dice que... "por cuanto todos pecamos estábamos destituidos de la Gloria de Dios. (Romanos 3:23); destinados al castigo eterno, "Porque la paga del pecado es muerte" (Romanos 6:23). No había ninguna oportunidad de escapar de esa condenación, porque éramos cautivos del pecado y el pecado siendo cumplido, engendra muerte" (Santiago 1:15).

Hace dos mil años, todavía existía la posibilidad de ser perdonados mediante los sacrificios de animales, y por medio de guardar rígidamente La ley; pero eso fue infructuoso, porque la sangre de los animales solo conseguía un perdón temporal de un año y nadie era capaz de guardar y obedecer La Ley a plenitud.

En nuestra época, nadie puede alcanzar la salvación por sus propios méritos, porque nadie es lo suficientemente bueno para agradar a Dios, "... no hay quien haga lo bueno, ni aun uno" (Romanos 3:12). Nadie puede ser salvo guardando la ley, "por la obra de la ley ninguna carne será justificada" (Gálatas 2:16).

¿Quiere decir esto que todo está perdido, que ya no hay chance de ser salvo? Afortunadamente tenemos un Dios Grande, Todopoderoso, lleno de Amor y Misericordia y nos ha provisto el medio más eficaz para nuestra salvación y podamos escapar de la condenación eterna.

El Apóstol Juan es el que anuncia esta Gran Misericordia de parte de nuestro Padre Eterno: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16).

Jesucristo, el Hijo de Dios, es la Gracia o regalo que el Padre Eterno ha dado al mundo para que todo el que en él cree sea salvo. Pablo dice que por ese regalo (la Gracia), es que somos salvos y ya no por obras (de la ley), para que nadie se gloríe. Efesios 2:8-9.... Ya el pecado no se enseñoreará en nosotros; pues no estamos ya bajo la ley, sino bajo la gracia. Romanos 6:14.

¿Cómo se obtiene esa Gracia Salvadora? El Señor Jesuristo dice que "el que creyere y fuere bautizado será salvo: Marcos 16:16.- Así que el Primer paso es CREER en el Nombre del Hijo de Dios (1 Juan 5:13). El Segundo paso es el ARREPENTIMIENTO, (Marcos 1:15). El Tercer paso es bautizarse invocando su Nombre, para perdón de pecados.

Después de estos tres pasos, automáticamente recibes LA GRACIA, el Don o Regalo de Dios, (Juan 3:16), a nuestro Señor Jesucristo, tu Salvador. Has nacido de Agua y del Espíritu y ahora eres una Nueva Criatura.

Juan 1:12-13 dice: Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

Esta es la SEGURIDAD que tenemos los que hemos sido lavados con la Sangre del Cordero.- !A El sea la Gloria y la Honra por los siglos de los siglos, Amén!

!GRACIA Y PAZ! !Berajot!
By Juan F. Roa

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