5 sept 2011

EL SACERDOCIO

En cierta ocasión unos amigos me invitaron a su congregación y durante el mensaje, el predicador, hablando acerca del sacerdocio, dijo que el sacerdote en el Antiguo Pacto era el mediador entre Dios y el pueblo y que así mismo, el, como era el sacerdote “mediador entre Dios y la congregación, en el Nuevo Pacto.”

Apocalipsis 1:5-6, dice que todos los que hemos sido redimidos con la Sangre de Cristo, nos ha hechos reyes y SACERDOTES para el Padre Eterno; y que hay un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo Hombre. 1 Timoteo 2:5; y en Gálatas 3:20, Pablo dice que “el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno”. O somos todos reyes y SACERDOTES o nadie lo es, porque según el concepto bíblico bajo el Nuevo Pacto, el ministerio de “sacerdote” ya no es necesario porque tenemos a un Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec.

Si nos regimos por el Viejo Pacto, el ministerio del sacerdocio que los hombres pretenden ejercer en las organizaciones protestantes junto a las que ejercen desde hace miles de años los “sacerdotes de la iglesia católica, , porque violan la ley de Dios dada a Moisés, la cual dice que “nadie que no pertenezca a la tribu de Leví, debe ejercer como sacerdote. El que lo intentaba moría, ya sea por la intervención del Eterno o por la mano del hombre.

Deut. 21:5 dice: Entonces vendrán los sacerdotes hijos de Leví, porque a ellos escogió Jehová tu Dios para que le sirvan, y para bendecir en el nombre de Jehová. La orden del Señor dada a Moisés, es tajante y cortante: Y constituirás a Aarón y a sus hijos [los cuales eran de la Tribu de Leví], para que ejerzan su sacerdocio; y el extraño que se acercare, morirá. Números 3:10.

El libro a los Hebreos 7:11-14 nos dice que Jesucristo fue constituido Sacerdote para siempre en el orden de Melquisedec, pero el Señor no pertenecía a la Tribu de Leví: Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley), ¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote, según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón? Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley. Y aquel de quien se dice esto, es de otra tribu, de la cual nadie sirvió al altar. Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio. Heb. 7:11-14.

El Señor dijo bien claro: No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. La Ley decía que todo aquel que se constituía como sacerdote y que no fuera de la Tribu de Leví, debía de morir. Por lo tanto, en el Sacrificio que el Señor hizo en la cruz, también le dio cumplimiento a esa Ley.

Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, [tiempo pasado] debido a que por la muerte no podían continuar; mas éste, [Jesucristo], por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio [tiempo presente], inmutable; por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.

Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos; que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.

Porque la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres; pero la palabra del juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre. Hebreos 7:23-28.


Ya no necesitamos más sacerdotes, como en el Viejo Pacto, tampoco en el Nuevo, porque el ministerio de los sacerdotes levitas fue reemplazado por Jesucristo como Sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec y que no era de la Tribu de Leví.

Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo. Efesios 4:11-12. Observa que entre todos los ministerios no se hace ya mención del ministerio sacerdotal, porque el oficio de sacerdote era para ofrecer la sangre de los animales sacrificados para perdón de los pecados. Jesucristo con un solo sacrificio perdonó para siempre todos nuestros pecados. En cambio el sacerdocio católico cada vez que celebra la misa SACRIFICA A CRISTO NUEVAMENTE Y LO RESUCITA MEDIANTE EL CONJURO BRUJISTICO DEL CURA. Cosa que ni ellos mismo lo creen.

¡LA PAZ DE CRISTO!

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