26 jun 2012

SOMETAMONOS A LA AUTORIDAD DE CRISTO

El Apóstol Pablo escribe en Romanos 13:1: "Todos debemos de someternos a las autoridades públicas, pues no hay autoridad que Cristo no haya dispuesto, así que las que existen fueron establecidas por él". (Romanos 13:1).

Para la mayoría de nosotros, la parte más difícil, mientras estamos en este cuerpo terrenal, es someternos y obedecer a una autoridad, cualquiera que sea ésta. Esto es porque el obedecer a una autoridad es contrario a los impulsos de nuestra carne, sobre todo, durante la época que somos más rebeldes, cuando somos jóvenes.

Sin embargo es necesario que entendamos el "por qué" han sido puestas las autoridades sobre la tierra. Lo primero que debemos de saber y entender es que nuestro Soberano y Todopoderoso Dios es la base o fundamento sobre el cual está puesta TODA autoridad; y lo segundo es saber y entender que las autoridades han sido puestas para impedir la anarquía o caos, o sea, impedir que alguien haga su " inescrupulosa regalada gana" sin importarles dañar, herir o lesionar a otros.

¿Se imaginan el caos que se produciría a nivel mundial si no existiera ninguna autoridad? Es probable que cada quien tomaría la justicia por su propia cuenta o se aplicaría "la ley del más fuerte".

¿Se imaginan ustedes una congregación que no tenga un pastor o a alguien que sea capaz de ejercer autoridad dentro de ella? Probablemente se formarían "pleitos de perros callejeros" peleando y discutiendo cada quien su doctrina y sus creencias religiosas, que de por sí son muy comunes, aún en las congregaciones y foros donde supuestamente hay AUTORIDADES.-.

La máxima AUTORIDAD es nuestro Dios, el ha puesto sus leyes y ordenanzas en un libro mundialmente conocido como LA BIBLIA. En ella Dios nos enseña la forma de someternos a él; todos los que la hemos leído y obedecemos lo que en ella está escrito, estamos sometidos a la AUTORIDAD DE CRISTO; pues él mismo, mientras estuvo dentro de un cuerpo de carne y huesos, también se sometió a la autoridad del Padre Celestial.

Toda "desobediencia" tiene un precio en la vida. Las cárceles, los hospitales y los cementerios están llenos de personas que vivieron o han querido vivir bajo su propia autoridad. Pero, una vez que el hombre, "realmente y de manera sincera", se somete completamente a la AUTORIDAD de Cristo, se termina la rebeldía y la preocupación de tener que darle cuenta a Dios en el día del juicio final.

!MARANATHA- CRISTO VIENE!

 By Juan F. Roa

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