La publicación de hoy esta enfocada sobre la frase que aparece en Juan
6:17 y que dice: <estaba oscuro y Jesús no había venido a ellos>.
La versión "Dios llega al hombre" dice que "era ya de noche".
Para la mayoría de las personas, "la oscuridad" está envuelta de malos presagios, y esto lo podemos comprobar cuando alguien nos llama a altas horas de la noche, especialmente cuando estamos dormidos, pues nos imaginamos alguna noticia no agradable. ¿Es así o no?
Las personas que hemos estado de visita en un hospital o aun peor, batallando por nuestras propias vidas, hemos pasado por interminables noches oyendo dentro del silencio de ellas, quejidos hondos y lastimeros de personas que han estado igual o peor que nosotros.
La noche en sí, con todos sus presagios, y más aun la muerte, no debe de preocuparnos tanto, pues, al fin y al cabo, todos, tarde o temprano, tendremos que abandonar nuestros cuerpos. Lo verdaderamente preocupante, es que Jesús todavía <no haya venido a nuestras vidas>.
La ausencia de Cristo es "la noche oscura del alma" para todo ser humano. No nos puede ir bien cuando Cristo está ausente de nuestros hogares, de nuestros trabajos, de nuestra escuela, de nuestras instituciones, de nuestras grandes decisiones y peor aun, del momento cuando nos toque partir de esta vida.
Este momento crucial es realmente <la noche oscura del alma>, cuando la muerte cierra los ojos de los que "no tuvieron el temor de Dios y su ángel no acampa sobre ellos, ni los defiende", de todo lo que vendrá después de esta vida.
Cuando Cristo está ausente, el mar se levanta embravecido con vientos impetuosos que amenazan con hundir nuestra embarcacion, pero cuando El está presente y le vemos caminando sobre ese mar embravecido y lo reprende, se hace una gran bonanza en nuestros corazos, sentimos "una paz que sobrepasa todo entendimiento" y las noches oscuras se iluminan con el resplandor y la gloria de nuestro Gran Dios, Señor y Salvador Jesucristo. !Aleluya!
!MARANATHA-CRISTO VIENE!
Para la mayoría de las personas, "la oscuridad" está envuelta de malos presagios, y esto lo podemos comprobar cuando alguien nos llama a altas horas de la noche, especialmente cuando estamos dormidos, pues nos imaginamos alguna noticia no agradable. ¿Es así o no?
Las personas que hemos estado de visita en un hospital o aun peor, batallando por nuestras propias vidas, hemos pasado por interminables noches oyendo dentro del silencio de ellas, quejidos hondos y lastimeros de personas que han estado igual o peor que nosotros.
La noche en sí, con todos sus presagios, y más aun la muerte, no debe de preocuparnos tanto, pues, al fin y al cabo, todos, tarde o temprano, tendremos que abandonar nuestros cuerpos. Lo verdaderamente preocupante, es que Jesús todavía <no haya venido a nuestras vidas>.
La ausencia de Cristo es "la noche oscura del alma" para todo ser humano. No nos puede ir bien cuando Cristo está ausente de nuestros hogares, de nuestros trabajos, de nuestra escuela, de nuestras instituciones, de nuestras grandes decisiones y peor aun, del momento cuando nos toque partir de esta vida.
Este momento crucial es realmente <la noche oscura del alma>, cuando la muerte cierra los ojos de los que "no tuvieron el temor de Dios y su ángel no acampa sobre ellos, ni los defiende", de todo lo que vendrá después de esta vida.
Cuando Cristo está ausente, el mar se levanta embravecido con vientos impetuosos que amenazan con hundir nuestra embarcacion, pero cuando El está presente y le vemos caminando sobre ese mar embravecido y lo reprende, se hace una gran bonanza en nuestros corazos, sentimos "una paz que sobrepasa todo entendimiento" y las noches oscuras se iluminan con el resplandor y la gloria de nuestro Gran Dios, Señor y Salvador Jesucristo. !Aleluya!
!MARANATHA-CRISTO VIENE!
By Juan F. Roa
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