6 jul 2012

LAS HERIDAS DEL ALMA SOLO DIOS LAS PUEDE SANAR

La vida es una caja de sorpresas y la mayoría de veces nos sorprende con cosas que nos causan tristezas, con grandes y devastadoras pruebas que nos desilusionan, y que muchas de ellas se quedan allí pegadas en el recuerdo durante nuestra estadía aquí en la tierra.

El que no ha perdido a su madre, padre, a un hermano, a su hijo o a un amigo de mucha estima, todavía no ha experimentado el dolor en el alma. ¿Cuántas veces nos sentamos alrededor de una mesa para conmemorar las celebraciones tradicionales, (navidad, año nuevo, el día de la madre, cumpleaños, etc.), y vemos con tristeza que una o más sillas están desocupadas?.

¿Cuántas veces hemos sufrido una desilusión amorosa, una traición, un desengaño, una humillación, un desprecio, un fracaso, una ruina económica, etc., y nos lamentamos toda nuestra vida?

Cuando estas cosas nos sucedan, porque son inexorables, aferrémonos al único que puede cambiar la historia de nuestras vidas y la del mundo. Al único que tiene un Nombre que es sobre todo nombre, a JESUCRISTO, Rey de reyes y Señor de señores, la manifestación de Dios en la carne (1 Tim. 3:16).- El Autor de nuestra salvación. !EL ES NUESTRO SANADOR! !EL ES NUESTRO CONSOLADOR!

El Señor Jesucristo nos dice en Isaías 43:18-19: “No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad”.

Y en Juan 7:38 nos vuelve a decir: "El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva".

¡SHALOM BERAJOT!
 By Juan F. Roa

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