La palabra «exégesis» es la regla que usa la teología para la correcta interpretación de un pasaje bíblico, sin quitarle o agregarle. Muchos religiosos que se jactan de tener un conocimiento muy profundo sobre las Escrituras, para justificar la violación a esta regla teológica, le llaman «REVELACION», a sus interpretaciones, y la mayoría de los casos, no son más que «ESPECULACIONES» para querer probar o acomodar algo que no está escrito en la Biblia.
Su imaginación los lleva a poner en la mente de Dios pensamientos, planes y palabras que no aparecen en toda la Biblia; pues no están registrados por ninguno de los escritores sagrados. Esta forma especulativa de querer probar algo que textual y literalmente no se encuentra en la Biblia, se conoce como «EISEGESIS», o sea, lo contrario a la «EXEGESIS».
El uso de la «EXEGESIS», ha queda ampliamente demostrado que no ha sido un elemento valioso para los intérpretes de La Biblia, porque la violación de la misma o sea el uso contrario e inadecuado de ella, o «EISEGESIS» ha dado lugar al fraccionamiento cada vez mayor del cristianismo en todo el mundo.-
Cada nuevo creyente, dependiendo del «maestro» que lo instruye y lo adoctrina, hablará, pensará y defenderá lo que ha aprendido, independientemente que ello esté o no esté de acuerdo con lo que dice la Biblia.
Por ejemplo: Un nuevo convertido, si es conquistado por Los Adventistas, aprenderá a guardar “el sábado” y otras cosas más. Si es conquistado por los que creen en un dios trino, creerán y defenderán la Doctrina de la Trinidad. Si son conquistados por los “UNICISTAS” aprenderán a negar y a rechazar la doctrina de La Trinidad. Si son conquistados por los judíos-mesiánicos, se volverán a los rudimentos de la Torah, y a las celebraciones y costumbres judías, y así sucesivamente cada instructor o maestro religioso, programará el cerebro del nuevo creyente.
Ante lo falible que resulta el uso de la «EXEGESIS» y las manipulaciones y tergiversaciones que se le hacen a la Biblia utilizando la «EISEGESIS», la forma más segura y correcta es aplicar «LA REGLA DE ORO DE INTERPRETACION» que nos muestra el Señor Jesucristo, [Mateo 18:16], haciendo mención a la Ley mosaica [Deut. 17:6-7], y que Pablo la confirma. [2 Corintios 13:1].-
LA REGLA DE ORO que nos da el Señor Jesús en Mateo 18:16 dice: “…en boca de dos o tres testigos conste toda palabra”. La aplicación de esta REGLA DE ORO, no permite que se haga una doctrina de un verso aislado, que no tiene el apoyo de dos, tres o más textos.
Los teólogos católicos después del Concilio de Nicea, 325 E.C., tomaron muy en cuenta esta REGLA DE ORO, para justificar la alteración que le hicieron a Mateo 28:19, e incrustaron en 1 de Juan 5:7-8, LOS TRES TESTIGOS EN EL CIELO Y LOS TRES TESTIGOS EN LA TIERRA.- Algo que los eruditos traductores de las Sagradas Escrituras han encontrado como alterados [en el caso de Mateo 28:19], y falso, NO AUTENTICOS, [en el caso de 1 Juan 5:7-8].-
Esto último fue solamente una pequeña muestra del uso de la «EISEGESIS», lo cual ha transformado y trastornado al cristianismo en todo el mundo y lo sigue trastornando y dividiendo, porque el pueblo perece por falta de conocimiento; pero si se aplica correctamente LA REGLA DE ORO junto con la EXEGESIS, se irán derrumbando una a una esas doctrinas erróneas.-
¡La Paz de Cristo!
Su imaginación los lleva a poner en la mente de Dios pensamientos, planes y palabras que no aparecen en toda la Biblia; pues no están registrados por ninguno de los escritores sagrados. Esta forma especulativa de querer probar algo que textual y literalmente no se encuentra en la Biblia, se conoce como «EISEGESIS», o sea, lo contrario a la «EXEGESIS».
El uso de la «EXEGESIS», ha queda ampliamente demostrado que no ha sido un elemento valioso para los intérpretes de La Biblia, porque la violación de la misma o sea el uso contrario e inadecuado de ella, o «EISEGESIS» ha dado lugar al fraccionamiento cada vez mayor del cristianismo en todo el mundo.-
Cada nuevo creyente, dependiendo del «maestro» que lo instruye y lo adoctrina, hablará, pensará y defenderá lo que ha aprendido, independientemente que ello esté o no esté de acuerdo con lo que dice la Biblia.
Por ejemplo: Un nuevo convertido, si es conquistado por Los Adventistas, aprenderá a guardar “el sábado” y otras cosas más. Si es conquistado por los que creen en un dios trino, creerán y defenderán la Doctrina de la Trinidad. Si son conquistados por los “UNICISTAS” aprenderán a negar y a rechazar la doctrina de La Trinidad. Si son conquistados por los judíos-mesiánicos, se volverán a los rudimentos de la Torah, y a las celebraciones y costumbres judías, y así sucesivamente cada instructor o maestro religioso, programará el cerebro del nuevo creyente.
Ante lo falible que resulta el uso de la «EXEGESIS» y las manipulaciones y tergiversaciones que se le hacen a la Biblia utilizando la «EISEGESIS», la forma más segura y correcta es aplicar «LA REGLA DE ORO DE INTERPRETACION» que nos muestra el Señor Jesucristo, [Mateo 18:16], haciendo mención a la Ley mosaica [Deut. 17:6-7], y que Pablo la confirma. [2 Corintios 13:1].-
LA REGLA DE ORO que nos da el Señor Jesús en Mateo 18:16 dice: “…en boca de dos o tres testigos conste toda palabra”. La aplicación de esta REGLA DE ORO, no permite que se haga una doctrina de un verso aislado, que no tiene el apoyo de dos, tres o más textos.
Los teólogos católicos después del Concilio de Nicea, 325 E.C., tomaron muy en cuenta esta REGLA DE ORO, para justificar la alteración que le hicieron a Mateo 28:19, e incrustaron en 1 de Juan 5:7-8, LOS TRES TESTIGOS EN EL CIELO Y LOS TRES TESTIGOS EN LA TIERRA.- Algo que los eruditos traductores de las Sagradas Escrituras han encontrado como alterados [en el caso de Mateo 28:19], y falso, NO AUTENTICOS, [en el caso de 1 Juan 5:7-8].-
Esto último fue solamente una pequeña muestra del uso de la «EISEGESIS», lo cual ha transformado y trastornado al cristianismo en todo el mundo y lo sigue trastornando y dividiendo, porque el pueblo perece por falta de conocimiento; pero si se aplica correctamente LA REGLA DE ORO junto con la EXEGESIS, se irán derrumbando una a una esas doctrinas erróneas.-
¡La Paz de Cristo!
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