El pasajero de un avión le preguntó al Capitán: -¿Cuantas horas tomará el vuelo de Miami a Managua?
El Capitán le contestó: -Aproximadamente dos horas con veinte minutos, pero es posible de que el avión nunca llegue a su destino.
El pasajero sorprendido por lo que acababa de oír le dijo: -¿Cómo? ¿Qué insinúa o me quiere decir con eso? ¿Hay algún problema mecánico con el avión? ¿No está en condiciones óptimas para viajar? Entonces, ¿Por qué tanta irresponsabilidad, queriendo volar en un avión que no está en buenas condiciones?
El Capitán del avión le dijo: -¡Cálmese! No es para que se asuste o se alarme.
El pasajero ripostó: -¿Cómo me voy a calmar con las palabras que usted me acaba de decir?
El Capitán entonces le dijo: -Déjeme explicarle, resulta de que yo soy cristiano, el co-piloto también lo es y toda la tripulación en este avión también es cristiana y estamos esperando EL ARREBATAMIENTO, así que, si en el transcurso del vuelo se produce EL ARREBATAMIENTO, este avión se quedará a la deriva, sin nadie que lo pueda controlar y por ende, es probable de que nunca llegue a su destino.-
El pasajero, al oír las palabras del Capitán dijo: ¡Pufff... ¿era eso?, que susto me ha dado, yo creí que era otra cosa, pero no hay problema, ya estoy tranquilo y ¿sabe por qué? Porque yo también soy cristiano y estoy esperando, igual que ustedes EL ARREBATAMIENTO DE LA IGLESIA.
¡La Paz de Cristo!
El Capitán le contestó: -Aproximadamente dos horas con veinte minutos, pero es posible de que el avión nunca llegue a su destino.
El pasajero sorprendido por lo que acababa de oír le dijo: -¿Cómo? ¿Qué insinúa o me quiere decir con eso? ¿Hay algún problema mecánico con el avión? ¿No está en condiciones óptimas para viajar? Entonces, ¿Por qué tanta irresponsabilidad, queriendo volar en un avión que no está en buenas condiciones?
El Capitán del avión le dijo: -¡Cálmese! No es para que se asuste o se alarme.
El pasajero ripostó: -¿Cómo me voy a calmar con las palabras que usted me acaba de decir?
El Capitán entonces le dijo: -Déjeme explicarle, resulta de que yo soy cristiano, el co-piloto también lo es y toda la tripulación en este avión también es cristiana y estamos esperando EL ARREBATAMIENTO, así que, si en el transcurso del vuelo se produce EL ARREBATAMIENTO, este avión se quedará a la deriva, sin nadie que lo pueda controlar y por ende, es probable de que nunca llegue a su destino.-
El pasajero, al oír las palabras del Capitán dijo: ¡Pufff... ¿era eso?, que susto me ha dado, yo creí que era otra cosa, pero no hay problema, ya estoy tranquilo y ¿sabe por qué? Porque yo también soy cristiano y estoy esperando, igual que ustedes EL ARREBATAMIENTO DE LA IGLESIA.
¡La Paz de Cristo!
By Juan F. Roa
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