Otro título de Semiramis, además de la “Gran Madona” y “Diosa Madre” es “la Reina de los Cielos”, con el cual la Iglesia Católica se refiere también a María. Pero esto es solamente un enlace fuerte entre el paganismo de la antigua Caldea y la organización apóstata.
El culto a Cibeles, la madre de todos los dioses romanos, fue adoptado por el sistema religioso católico romano, pero le cambiaron el nombre por el de “María”, a quien comenzaron a llamar “la Reina del Cielo”.
El pueblo Israelita, también cayó en la adoración de la diosa madre, Astaroth (Ver cap. 2 del libro de los Jueces) y que era conocida también como La Reina del Cielo, de acuerdo al libro del profeta Jeremías, donde podemos leer las palabras del Eterno dirigidas a Jeremías: ¿No ves lo que hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén?
Los niños recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo, y para hacer ofrendas a dioses ajenos, para provocarme a ira. [Jeremías 7:17-18].
¿Quién es esta Reina del Cielo que los israelitas adoraban, que provocó a Dios a tal ira? Ella es la que en cada país han endiosado, a la que la iglesia católica ha llamado con muchos nombres diferentes como: La Virgen del Camino, Del Perpetuo Socorro, de Los Ángeles, de Guadalupe, de Fátima, de Suyapa, de la Caridad del Cobre, de las Mercedes, etc.
Todos esos epítetos relacionados con el Nombre de María, pero no es la de la Biblia sino la misma Semiramis, sacerdotisa satánica de Babel, de la tierra de Sinar, falsa y engañosa, que lleva a las naciones a la perdición sometiéndolas a sus supersticiones, explotándolas y llenándolas de sus abominables idolatrías. Ella es una de las tres personas que dieron origen a la doctrina mitológica de la Trinidad, nacida en Babel: Nimrod, Tamuz y Semiramis, la Diosa Madre Virgen.
Los adherentes a la fe católica se refieren alegremente a la Virgen María como la Reina del Cielo y entienden este término como uno de cariño, amor y adoración. Es que, entre todas las mujeres que han vivido, la madre de Jesucristo es la más celebrada, la más venerada. A la mayoría de los católicos no les importa que la Biblia prohíba la adoración a la reina del cielo. Para ellos la Madona no solamente es la Madre de Dios, la reina del Cielo, sino también, es Reina del Universo.
Sin base bíblica y más que todo, por una tradición pagana se le otorgó a “María la católica” [no a la de la Biblia], ese premio, para reinar juntamente con La Trinidad. Esta doctrina esta fresquecita, pues a María, la iglesia católica la comenzó a llamar “reina del cielo” a partir de 1950.
De acuerdo con los papas modernos, la Reina del Cielo, es también nombrada o llamada como Asiento de la Sabiduría, e incluso Esposa del Espíritu Santo. (Revista Time, 30 de diciembre de 1991, págs. 62-66).
Ella es la misma que la Iglesia Católica Romana, añadió como una cuarta persona, después de haber formalizado la Doctrina de la Trinidad en el Concilio de Nicea en el año 325 d. C. con la cual creó una cuaterna de dioses o Tetra-deidad”: El Padre, el Hijo, el Espíritu Santo y “la diosa Madre. Para más información acerca de este Tema, lea el libro del mismo Autor: La Trinidad: ¿Mitología o Realidad?
“Su incrustación dentro de la mitológica y pagana Santísima Trinidad, está en un relato atribuido a Melitón obispo de Sardes ciudad de Asia Menor, cuya invención fue divulgada en el siglo VI por Gregorio de Tours y más tarde en el siglo XIII por Santiago de la Vorágine”.
“En su obra mitológica, La Vorágine relata que inmediatamente después de su muerte, María fue ascendida a los cielos y una vez allí, como premio de haber sido “la madre de Dios”, se le concedió el título de "Reina del Cielo” y fue coronada por “La Santísima Trinidad”. Esta Obra fantasiosa y mitológica le dio “luz verde” a la Iglesia Católica, para proclamar entre todos sus adeptos, esta mentira, como un hecho real.
El título de “reina del cielo” que la Iglesia Católica le ha hecho creer a sus miembros diciéndoles que es por María, la madre de la naturaleza humana de Jesús, es completamente falso, pues, como ya hemos visto, la adoración y culto a la tal “reina del cielo” es abominable y condenado por el Eterno, lo cual podemos comprobar en Jeremías 7: 17, 18; 44: 16, 17, 19, 20. CONTINUA......
¡LA PAZ DE CRISTO!
Tomado del Libro:
LA CUARTA BESTIA
Autor: Juan F. Roa.
El culto a Cibeles, la madre de todos los dioses romanos, fue adoptado por el sistema religioso católico romano, pero le cambiaron el nombre por el de “María”, a quien comenzaron a llamar “la Reina del Cielo”.
El pueblo Israelita, también cayó en la adoración de la diosa madre, Astaroth (Ver cap. 2 del libro de los Jueces) y que era conocida también como La Reina del Cielo, de acuerdo al libro del profeta Jeremías, donde podemos leer las palabras del Eterno dirigidas a Jeremías: ¿No ves lo que hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén?
Los niños recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo, y para hacer ofrendas a dioses ajenos, para provocarme a ira. [Jeremías 7:17-18].
¿Quién es esta Reina del Cielo que los israelitas adoraban, que provocó a Dios a tal ira? Ella es la que en cada país han endiosado, a la que la iglesia católica ha llamado con muchos nombres diferentes como: La Virgen del Camino, Del Perpetuo Socorro, de Los Ángeles, de Guadalupe, de Fátima, de Suyapa, de la Caridad del Cobre, de las Mercedes, etc.
Todos esos epítetos relacionados con el Nombre de María, pero no es la de la Biblia sino la misma Semiramis, sacerdotisa satánica de Babel, de la tierra de Sinar, falsa y engañosa, que lleva a las naciones a la perdición sometiéndolas a sus supersticiones, explotándolas y llenándolas de sus abominables idolatrías. Ella es una de las tres personas que dieron origen a la doctrina mitológica de la Trinidad, nacida en Babel: Nimrod, Tamuz y Semiramis, la Diosa Madre Virgen.
Los adherentes a la fe católica se refieren alegremente a la Virgen María como la Reina del Cielo y entienden este término como uno de cariño, amor y adoración. Es que, entre todas las mujeres que han vivido, la madre de Jesucristo es la más celebrada, la más venerada. A la mayoría de los católicos no les importa que la Biblia prohíba la adoración a la reina del cielo. Para ellos la Madona no solamente es la Madre de Dios, la reina del Cielo, sino también, es Reina del Universo.
Sin base bíblica y más que todo, por una tradición pagana se le otorgó a “María la católica” [no a la de la Biblia], ese premio, para reinar juntamente con La Trinidad. Esta doctrina esta fresquecita, pues a María, la iglesia católica la comenzó a llamar “reina del cielo” a partir de 1950.
De acuerdo con los papas modernos, la Reina del Cielo, es también nombrada o llamada como Asiento de la Sabiduría, e incluso Esposa del Espíritu Santo. (Revista Time, 30 de diciembre de 1991, págs. 62-66).
Ella es la misma que la Iglesia Católica Romana, añadió como una cuarta persona, después de haber formalizado la Doctrina de la Trinidad en el Concilio de Nicea en el año 325 d. C. con la cual creó una cuaterna de dioses o Tetra-deidad”: El Padre, el Hijo, el Espíritu Santo y “la diosa Madre. Para más información acerca de este Tema, lea el libro del mismo Autor: La Trinidad: ¿Mitología o Realidad?
“Su incrustación dentro de la mitológica y pagana Santísima Trinidad, está en un relato atribuido a Melitón obispo de Sardes ciudad de Asia Menor, cuya invención fue divulgada en el siglo VI por Gregorio de Tours y más tarde en el siglo XIII por Santiago de la Vorágine”.
“En su obra mitológica, La Vorágine relata que inmediatamente después de su muerte, María fue ascendida a los cielos y una vez allí, como premio de haber sido “la madre de Dios”, se le concedió el título de "Reina del Cielo” y fue coronada por “La Santísima Trinidad”. Esta Obra fantasiosa y mitológica le dio “luz verde” a la Iglesia Católica, para proclamar entre todos sus adeptos, esta mentira, como un hecho real.
El título de “reina del cielo” que la Iglesia Católica le ha hecho creer a sus miembros diciéndoles que es por María, la madre de la naturaleza humana de Jesús, es completamente falso, pues, como ya hemos visto, la adoración y culto a la tal “reina del cielo” es abominable y condenado por el Eterno, lo cual podemos comprobar en Jeremías 7: 17, 18; 44: 16, 17, 19, 20. CONTINUA......
¡LA PAZ DE CRISTO!
Tomado del Libro:
LA CUARTA BESTIA
Autor: Juan F. Roa.
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