Algunos títulos que los babilonios dieron a Ishtar eran: “La Virgen”, la “Santa Virgen” y la “Virgen Madre” El culto que se le da a la “virginidad de María” está íntimamente ligado a los misterios religiosos adoptados de la diosa babilónica Ishtar, a la que la gente empezó a llamar “La Virgen”, la “Santa Virgen” y la “Virgen Madre”. {El Libro, “La historia de la Civilización”, Tomo I, Will Durant, Página 235- 236].
Su origen está, como ya vimos, en un personaje que Ralph Woodrow popularizó por medio de su libro “Babilonia Misterio Religioso”. El nombre de ese personaje para nadie es un secreto, tanto es así, que en todas las iglesias de Latinoamérica y USA, los feligreses la conocen y la saben identificar como Semiramis, la esposa de Nimrod, mencionado en Génesis 10.8-10.
“Según la leyenda que prolifera por el Medio Oriente, al morir Nimrod, su esposa Semíramis, [que declaraba ser virgen], concibió de forma sobrenatural a un hijo por “obra y gracia” del espíritu de su difunto marido. Después que dio a luz a su hijo, a quien puso por nombre Tamuz, siguió proclamando a los cuatro vientos que continuaba siendo virgen”.
“Satanás sabiendo de antemano que la concepción virginal en el vientre de María, del Mesías Príncipe sería un hecho para la redención del pecado, hizo uso de Semiramis, un instrumento falso, para imitar la verdadera concepción virginal de Jesús Hombre. Ella [Semiramis], como la diosa virgen y el hijo, como mesías del cielo”.
“La iglesia católica influenciada por este hecho, por demás denigrante ante los ojos de Dios, se ha encargado, desde tiempos muy remotos, de sembrar en los corazones de los pobres ignorantes e incautos, la falsedad de este mito que conlleva el culto y veneración a Semiramis la diosa virgen y madre, de manera incontrolable, oculto “subliminalmente” dentro del nombre de María, la madre de la naturaleza humana de Jesús”.
“Podemos verificar que las religiones antiguas de las naciones comparten la mitológica historia de la diosa virgen con un hijo en sus brazos. Por ejemplo, de Egipto procede una de las mitologías más fuerte de la Madre-Virgen, que dice: La diosa Isis después que dio a luz a su hijo Horus, continuó siendo virgen”. Esta es la misma versión de lo que sucedió en Babilonia con Semiramis y Tamuz.
Como puedes ver, los nombres son los que han cambiado, debido a la confusión de lenguas en Babel. Toda esta mitología pagana fue mezclada con la concepción virginal de la naturaleza humana de Jesús en el vientre de una mujer que verdaderamente fue virgen hasta el momento de dar a luz a su Hijo primogénito, pero a los católicos se les ha hecho creer que continuó siendo virgen.
Parece tan real esta similitud entre <la indudable virginidad de María> y la supuesta virginidad de Semiramis, mezclada tan astutamente que los feligreses católicos creen que es verdad, pero si leemos en el Nuevo Testamento en Lucas 1:26-35, podemos encontrar ciertas aclaraciones sobre este tema.
Mateo 1:22-24 refiriéndose a lo que está escrito en Lucas 1:26-35, nos dice que: Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo.
Efectivamente, una mujer santa llamada María, siendo virgen concibió del Espíritu Santo, pero la Biblia también dice que después que dio a luz a su primer Hijo, [primogénito], tuvo otros hijos más, por medio de las “relaciones íntimas” que tuvo con su esposo José.
La palabra “primogénito” en la Biblia significa el primer hijo de una serie de dos o más; y la palabra “unigénito” significa EL UNICO, hijo, que ya no hay más. El hecho de que la Biblia muestre que María, la madre del Salvador del mundo, haya tenido más hijos, no la priva de su santidad. Mateo 1:24 dice claramente que José no conoció a su esposa María, sino hasta después que tuvo a su primer Hijo. [Primogénito].
Los defensores de la “virginidad” de María alegan que cuando ella quedó embarazada, José, que estaba desposado con ella, todavía no la conocía en persona, pues era costumbre en la antigüedad desposarse [comprometerse] con alguien sin haberle conocido y esto es verdad; pero el contexto bíblico cuando se refiere a “relaciones íntimas” es bien preciso.
Por ejemplo, en Génesis 4:1,17,25, encontramos esas expresiones: <Conoció> Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón. v. 17: Y <conoció> Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc. v. 25: Y <conoció> de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set.
En Génesis 19:8 encontramos otro ejemplo: Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los <conozcamos>.
Entonces Lot salió a ellos a la puerta, y cerró la puerta tras sí, y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad. He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han <conocido> varón, [estaban aun vírgenes]; os las sacaré fuera, y haced de ellas como bien os pareciere; solamente que a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado.
Otro ejemplo bien claro, lo encontramos en Génesis 24:16; Y la doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a la que varón no había <conocido>.
También podemos ver en Números 31:17-18: “...matad también a toda mujer que haya <conocido> varón carnalmente…[ya no eran vírgenes], pero a todas las niñas entre las mujeres, que no hayan <conocido> varón, [vírgenes], las dejaréis con vida.
La palabra “conoció”, usada en estos versos, sin duda alguna, se refiere al momento que una pareja se junta para procrear hijos o simplemente tener relaciones íntimas. ¿Es así, o no es así?
Continúa….
¡LA PAZ DE CRISTO!
Su origen está, como ya vimos, en un personaje que Ralph Woodrow popularizó por medio de su libro “Babilonia Misterio Religioso”. El nombre de ese personaje para nadie es un secreto, tanto es así, que en todas las iglesias de Latinoamérica y USA, los feligreses la conocen y la saben identificar como Semiramis, la esposa de Nimrod, mencionado en Génesis 10.8-10.
“Según la leyenda que prolifera por el Medio Oriente, al morir Nimrod, su esposa Semíramis, [que declaraba ser virgen], concibió de forma sobrenatural a un hijo por “obra y gracia” del espíritu de su difunto marido. Después que dio a luz a su hijo, a quien puso por nombre Tamuz, siguió proclamando a los cuatro vientos que continuaba siendo virgen”.
“Satanás sabiendo de antemano que la concepción virginal en el vientre de María, del Mesías Príncipe sería un hecho para la redención del pecado, hizo uso de Semiramis, un instrumento falso, para imitar la verdadera concepción virginal de Jesús Hombre. Ella [Semiramis], como la diosa virgen y el hijo, como mesías del cielo”.
“La iglesia católica influenciada por este hecho, por demás denigrante ante los ojos de Dios, se ha encargado, desde tiempos muy remotos, de sembrar en los corazones de los pobres ignorantes e incautos, la falsedad de este mito que conlleva el culto y veneración a Semiramis la diosa virgen y madre, de manera incontrolable, oculto “subliminalmente” dentro del nombre de María, la madre de la naturaleza humana de Jesús”.
“Podemos verificar que las religiones antiguas de las naciones comparten la mitológica historia de la diosa virgen con un hijo en sus brazos. Por ejemplo, de Egipto procede una de las mitologías más fuerte de la Madre-Virgen, que dice: La diosa Isis después que dio a luz a su hijo Horus, continuó siendo virgen”. Esta es la misma versión de lo que sucedió en Babilonia con Semiramis y Tamuz.
Como puedes ver, los nombres son los que han cambiado, debido a la confusión de lenguas en Babel. Toda esta mitología pagana fue mezclada con la concepción virginal de la naturaleza humana de Jesús en el vientre de una mujer que verdaderamente fue virgen hasta el momento de dar a luz a su Hijo primogénito, pero a los católicos se les ha hecho creer que continuó siendo virgen.
Parece tan real esta similitud entre <la indudable virginidad de María> y la supuesta virginidad de Semiramis, mezclada tan astutamente que los feligreses católicos creen que es verdad, pero si leemos en el Nuevo Testamento en Lucas 1:26-35, podemos encontrar ciertas aclaraciones sobre este tema.
Mateo 1:22-24 refiriéndose a lo que está escrito en Lucas 1:26-35, nos dice que: Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo.
Efectivamente, una mujer santa llamada María, siendo virgen concibió del Espíritu Santo, pero la Biblia también dice que después que dio a luz a su primer Hijo, [primogénito], tuvo otros hijos más, por medio de las “relaciones íntimas” que tuvo con su esposo José.
La palabra “primogénito” en la Biblia significa el primer hijo de una serie de dos o más; y la palabra “unigénito” significa EL UNICO, hijo, que ya no hay más. El hecho de que la Biblia muestre que María, la madre del Salvador del mundo, haya tenido más hijos, no la priva de su santidad. Mateo 1:24 dice claramente que José no conoció a su esposa María, sino hasta después que tuvo a su primer Hijo. [Primogénito].
Los defensores de la “virginidad” de María alegan que cuando ella quedó embarazada, José, que estaba desposado con ella, todavía no la conocía en persona, pues era costumbre en la antigüedad desposarse [comprometerse] con alguien sin haberle conocido y esto es verdad; pero el contexto bíblico cuando se refiere a “relaciones íntimas” es bien preciso.
Por ejemplo, en Génesis 4:1,17,25, encontramos esas expresiones: <Conoció> Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón. v. 17: Y <conoció> Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc. v. 25: Y <conoció> de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set.
En Génesis 19:8 encontramos otro ejemplo: Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los <conozcamos>.
Entonces Lot salió a ellos a la puerta, y cerró la puerta tras sí, y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad. He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han <conocido> varón, [estaban aun vírgenes]; os las sacaré fuera, y haced de ellas como bien os pareciere; solamente que a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado.
Otro ejemplo bien claro, lo encontramos en Génesis 24:16; Y la doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a la que varón no había <conocido>.
También podemos ver en Números 31:17-18: “...matad también a toda mujer que haya <conocido> varón carnalmente…[ya no eran vírgenes], pero a todas las niñas entre las mujeres, que no hayan <conocido> varón, [vírgenes], las dejaréis con vida.
La palabra “conoció”, usada en estos versos, sin duda alguna, se refiere al momento que una pareja se junta para procrear hijos o simplemente tener relaciones íntimas. ¿Es así, o no es así?
Continúa….
¡LA PAZ DE CRISTO!
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