El elefante es uno de los ... animales más grande y pesado del reino animal, además de poseer una fuerza descomunal. La mayoría de las persona lo conocemos físicamente en los circos, en donde inteligentemente un domador lo conduce o dirige para que haga las habilidades con que ha sido entrenado. Es imposible que el paquidermo improvise una nueva actuación, pues está “programado” o entrenado, para que haga exactamente lo mismo, cada vez que actúa.
Curiosamente, después de su actuación, el elefante es “encadenado” de una de sus patas a una estaca de hierro clavada en la tierra y no hace nada por liberarse de ella, a pesar de la descomunal fuerza que tiene, capaz de arrancar un árbol; bastaría un mínimo esfuerzo para romper “las cadenas” o arrancar la estaca del suelo y escaparse del circo, pero no lo hace, y ¿sabes por qué? Muchos dicen que no se escapa porque esta amaestrado, pero si esto fuera cierto, entonces ¿por qué lo “encadenan” y lo atan a la estaca?
El elefante del circo no escapa porque ha estado “encadenado” a una estaca parecida desde que era muy pequeño. Durante su infancia, el elefantito día a día trató de liberarse de las cadenas y de la estaca que hoy lo aprisiona, tiró, empujó y sudó tratando de soltarse y no lo logró porque <no tenía> la fuerza suficiente para hacerlo; hasta que al fin se resignó a permanecer “encadenado” y atado a esa estaca. Este elefante enorme y poderoso no escapa porque en su mente, él se auto programó, el creer que NO PUEDE SER LIBRE. ¿Quisiéramos nosotros ser libres, o quisiéramos ser esclavos de alguien?
Esto me recuerda el testimonio de un pastor de una iglesia de gente de la raza blanca que se la pasaba todo el año colectando ofrendas, y después se iba a África, específicamente a los “mercados de esclavos” [en muchas lugares de ese continente donde todavía existe la compra y venta de esclavos], y con el dinero que pudo colectar, compra a los esclavos que le alcanza y luego los deja en libertad.. Les dice: vayan a sus casas, porque SON libres; pero la mayoría de ellos, muchas veces, por su misma necesidad, se vuelven a vender para pagar deudas, y de esa manera vuelven a su estado de esclavitud.
En uno de esos viajes a África, compró, entre los esclavos, a un niño, y cuando lo sacó de la ciudad le dijo que era libre, que ya podía ir a donde quisiera, pero el niño le respondió diciéndole: -No, no quiero ser libre!
¿Cómo? –Le preguntó el pastor; ¿No quieres ser libre? Quieres seguir siendo esclavo? Es la primera vez que escucho esto!- dijo el pastor. Pero el niño le volvió a decir: - No, yo quiero seguir siendo esclavo, pero de usted, porque usted fue el que me liberó; si me voy a la ciudad, me volverán a encerrar, y me pondrán a la venta otra vez; pero si usted me toma como su esclavo, entonces, seré verdaderamente libre! Porque,… usted fue quien pagó el precio de mi LIBERTAD.
Eso fue exactamente lo que Jesucristo hizo con nuestras vidas, nos compró a precio de Sangre y nos ha hecho LIBRES. Muchas de nosotros, cuando éramos aun niños fuimos “encadenados a la estaca” vendidos como esclavos a la religión, y crecimos con las creencias y tradiciones que nestros padres y abuelos nos inculcaron.
Para muchos que ahora son adultos, les es imposible reconocer o aceptar que hay alguien que pagó el precio de nuestra libertad; que hay otro “CAMINO” hacia la LIBERTAD que no es el de la religión y se aferran más a sus creencias y tradiciones, que a lo que dice la Palabra de Dios.
Crecimos siendo esclavos del pecado, divulgando el mismo mensaje que nos impusieron desde que éramos niños; muchas veces con o sin, nuestro consentimiento y a veces sin el debido conocimiento de la Palabra de Dios, pero influenciados por nuestras creencias y tradiciones, defendemos nuestros errores y rechazamos al Único y Verdadero dueño de LA VERDAD: JESUCRISTO.
El es el UNICO que puede romper las cadenas y liberar a los que todavía son esclavos y están atados a LA ESTACA de la “religión”. Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres, [Juan 8:36]; porque El vino a dar LIBERTAD A LOS CAUTIVOS. Lucas 4:18.-
JESUCRISTO NO ES RELIGION EL ES: “S A L V A C I O N”
¡LA PAZ DE CRISTO!
Curiosamente, después de su actuación, el elefante es “encadenado” de una de sus patas a una estaca de hierro clavada en la tierra y no hace nada por liberarse de ella, a pesar de la descomunal fuerza que tiene, capaz de arrancar un árbol; bastaría un mínimo esfuerzo para romper “las cadenas” o arrancar la estaca del suelo y escaparse del circo, pero no lo hace, y ¿sabes por qué? Muchos dicen que no se escapa porque esta amaestrado, pero si esto fuera cierto, entonces ¿por qué lo “encadenan” y lo atan a la estaca?
El elefante del circo no escapa porque ha estado “encadenado” a una estaca parecida desde que era muy pequeño. Durante su infancia, el elefantito día a día trató de liberarse de las cadenas y de la estaca que hoy lo aprisiona, tiró, empujó y sudó tratando de soltarse y no lo logró porque <no tenía> la fuerza suficiente para hacerlo; hasta que al fin se resignó a permanecer “encadenado” y atado a esa estaca. Este elefante enorme y poderoso no escapa porque en su mente, él se auto programó, el creer que NO PUEDE SER LIBRE. ¿Quisiéramos nosotros ser libres, o quisiéramos ser esclavos de alguien?
Esto me recuerda el testimonio de un pastor de una iglesia de gente de la raza blanca que se la pasaba todo el año colectando ofrendas, y después se iba a África, específicamente a los “mercados de esclavos” [en muchas lugares de ese continente donde todavía existe la compra y venta de esclavos], y con el dinero que pudo colectar, compra a los esclavos que le alcanza y luego los deja en libertad.. Les dice: vayan a sus casas, porque SON libres; pero la mayoría de ellos, muchas veces, por su misma necesidad, se vuelven a vender para pagar deudas, y de esa manera vuelven a su estado de esclavitud.
En uno de esos viajes a África, compró, entre los esclavos, a un niño, y cuando lo sacó de la ciudad le dijo que era libre, que ya podía ir a donde quisiera, pero el niño le respondió diciéndole: -No, no quiero ser libre!
¿Cómo? –Le preguntó el pastor; ¿No quieres ser libre? Quieres seguir siendo esclavo? Es la primera vez que escucho esto!- dijo el pastor. Pero el niño le volvió a decir: - No, yo quiero seguir siendo esclavo, pero de usted, porque usted fue el que me liberó; si me voy a la ciudad, me volverán a encerrar, y me pondrán a la venta otra vez; pero si usted me toma como su esclavo, entonces, seré verdaderamente libre! Porque,… usted fue quien pagó el precio de mi LIBERTAD.
Eso fue exactamente lo que Jesucristo hizo con nuestras vidas, nos compró a precio de Sangre y nos ha hecho LIBRES. Muchas de nosotros, cuando éramos aun niños fuimos “encadenados a la estaca” vendidos como esclavos a la religión, y crecimos con las creencias y tradiciones que nestros padres y abuelos nos inculcaron.
Para muchos que ahora son adultos, les es imposible reconocer o aceptar que hay alguien que pagó el precio de nuestra libertad; que hay otro “CAMINO” hacia la LIBERTAD que no es el de la religión y se aferran más a sus creencias y tradiciones, que a lo que dice la Palabra de Dios.
Crecimos siendo esclavos del pecado, divulgando el mismo mensaje que nos impusieron desde que éramos niños; muchas veces con o sin, nuestro consentimiento y a veces sin el debido conocimiento de la Palabra de Dios, pero influenciados por nuestras creencias y tradiciones, defendemos nuestros errores y rechazamos al Único y Verdadero dueño de LA VERDAD: JESUCRISTO.
El es el UNICO que puede romper las cadenas y liberar a los que todavía son esclavos y están atados a LA ESTACA de la “religión”. Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres, [Juan 8:36]; porque El vino a dar LIBERTAD A LOS CAUTIVOS. Lucas 4:18.-
JESUCRISTO NO ES RELIGION EL ES: “S A L V A C I O N”
¡LA PAZ DE CRISTO!
By Juan F. Roa
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