Un hombre había pintado un lindo cuadro. ...El día de la presentación al público, asistieron las autoridades locales, fotógrafos, periodistas, y mucha gente, pues se trataba de un famoso pintor y reconocido artista.
Llegado el momento, se tiró el paño que velaba el cuadro y hubo una gran ovación. Era una impresionante figura de Jesús tocando suavemente la puerta de una casa. Jesús parecía vivo; con el oído junto a la puerta, parecía querer oír si adentro de la casa alguien le respondía.
Todos admiraban aquella preciosa obra de arte, pero un observador muy curioso y meticuloso, encontró una supuesta falla en el cuadro. La puerta no tenía cerradura. Y fue, entonces, a decirle al artista: -Su puerta no tiene cerradura.- ¿Cómo se hace para abrirla?“
El pintor tomó su Biblia, buscó un versículo y le pidió al observador que lo leyera: -Apocalipsis 3, 20: “He aquí, yo estoy á la puerta y llamo: y abriere la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo".
-Después de esto, el pintor le dijo al observador: "Esa es una puerta que solo se abre por dentro, el Señor la toca y si hay alguien detrás de ella, [dentro de la casa], y además, que tenga la disposición de querer abrirla, entonces el Señor Jesús, si le invitan a entrar, entrará y cenará con él o con ellos, o de lo contrario continuará su camino, tocando "otras" puertas".
El Señor lo hace de esa manera, pero, no así el enemigo, que aprovechará cualquier oportunidad cuando alguien le abra la puerta, aunque sea un poquito, mete el pie para impedir que la cierren, e inmediatamente le “chifla” o le silba a otros demonios peores que él, y los hace pasar y el postrer estado de aquel hombre es peor que el de antes.
El Señor Jesús lo describe en Mateo 12:43-45, de la siguiente manera: “Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación".
Así que la decisión la tiene el hombre, el libre albedrio para abrir la puerta desde adentro y dejar entrar al que él quiera. En esto está el juego de la vida Eterna; esto no es como la política, que si quieres permanecer imparcial bien puedes, aquí, o se es frío o se es caliente porque a los vomitará el Señor de su boca. La decisión está aquí en la tierra ¡AHORA! Porque para luego es tarde.
¡LA PAZ DE CRISTO!
No hay comentarios:
Publicar un comentario