25 ago 2011

UNA FALSA ALARMA DEL FIN DEL MUNDO:


 Buenos días para todos mis hermanos, hoy domingo 22 de mayo de 2011, les saludo en el nombre poderoso de nuestro Señor Jesucristo, esperando que el estudio de hoy nos haga reflexionar, pues, es acerca de la falsa alarma que un movimiento religioso, con sus predicciones, puso en jaque-mate a muchos que dicen ser cristianos, pero que a la hora de la hora tiemblan y forman un caos, porque no están seguros de su salvación o al menos de su inclusión en el RAPTO..

Muchos comentaron, se burlaron y se rieron de estas predicciones que resultaron no ser ciertas, en cambio yo me mantuve al margen y observando día a día el desarrollo propagandístico de los acontecimientos, viendo como se gastaban millones y millones de dólares en publicidad, en todo el mundo, anunciando EL FINAL PARA LA HUMANIDAD ENTERA.

Este movimiento religioso manipuló magistralmente las escrituras para justificar su predicción poniendo como ejemplo los acontecimientos catastróficos más recientes como el Tsunami de finales de Diciembre del 2004 sobre las costas de Asia Oriental, el terrible terremoto devastador de Haití, el derribo de las torres gemelas en NY, la guerra en Irak, Afganistán, Libia, Egipto, etc., la terrible hambruna en algunas poblaciones de África y el Tsunami de Japón entre muchas otras catástrofes.

Había argumentos de sobra para justificar tal predicción, pero, entonces ¿Por qué no sucedió como lo anunciaron? La respuesta más sencilla es la que todos dan y es la que está escrita en la Palabra de Dios, dicha por nuestro Señor Jesucristo: Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. Mateo 24:36.

Sin embargo, desde mi humilde punto de vista creo que no sucedió por una de estas dos razones: 1-Porque la predicción fue hecha por falsos profetas, de los cuales hemos sido prevenidos y advertidos por el propio Señor Jesús. Lógicamente es la más viable de imaginar.

2-La otra razón seria, porque la MISERICORDIA de Dios es más grande que los cielos y la tierra. Pedro también dice en Hechos 17:30-31: “Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta IGNORANCIA, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se ARREPIENTAN; por cuanto HA ESTABLECIDO UN DIA en el cual juzgará al mundo <con justicia>, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos”.

También dice en 2 Pedro 3:9: El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que <ninguno perezca>, sino que todos <procedan al arrepentimiento>.

¿Cuántos años pasó Noé predicando el fin del mundo y la gente se reía y se burlaba de él, hasta que vino el diluvio y los abnegó a todos? Jonás anunciaba que en cuarenta días Dios iba a destruir a Nínive y sin embargo no sucedió nada de lo que el profeta había dicho. ¿Por qué no sucedió lo que el profeta anunció? La respuesta la encontramos en el Libro de Jonás que dice que debido al arrepentimiento genuino del rey y la población, Dios no llevó a cabo dicha destrucción.

Desde hace 2,000 años se viene alertando a la Iglesia de Cristo acerca del juicio final, del arrebatamiento de la Iglesia, del gobierno gentil liderado por el anticristo, de catástrofes sobrenaturales, hambre, guerras, apostasía, etc. Algunos se han atrevido a señalar días y horas y han quedado como mentirosos y han venido preparando el terreno para que cuando esté próximo a que sucedan todas estas cosas, la iglesia esté desprevenida o simplemente ya no las crea o las ignore.

Es como el cuento aquel que hemos oído muchas veces acerca de un joven pastor de ovejas que para divertirse daba falsas alarmas gritando: ¡El lobo, el lobo! Y cuando llegaban sus compañeros se reía y se burlaba de ellos, pues los tomaba como tontos; pero una vez llegó en realidad el lobo y cuando gritaba pidiendo socorro, nadie le hizo caso, pues ya no le creían. El resto de la historia ustedes ya la conocen.

¿Que aprendimos de todo esto? Que todos nosotros los que hemos sido escogidos para esta salvación tan grande, reflexionemos y estemos alerta, no ante estas falsas predicciones por falsos profetas, sino porque la VENIDA DEL SENOR ES INMINENTE.

¡La Paz de Cristo!
 

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